Gestión de certificados en el sector público: retos y oportunidades


Los organismos del sector público se enfrentan a crecientes riesgos de certificación. La gestión de certificados automatizada y centralizada aumenta la seguridad, el cumplimiento y la fiabilidad del servicio.
Las necesidades de seguridad digital varían mucho de un sector a otro, pero destaca una prioridad universal: cifrar y autenticar la comunicación en línea. Desde la sanidad a la banca, pasando por el comercio electrónico, los certificados digitales protegen a los clientes cuando interactúan en línea. En el empeño por proteger las comunicaciones del sector privado, corremos el riesgo de perder de vista otra prioridad fundamental: la protección de las organizaciones del sector público y las comunidades a las que sirven.
Tanto las oficinas federales como las agencias locales necesitan líneas de comunicación abiertas y, a menudo, dependen de sitios web protegidos. Éstos hacen mucho, como mantener informados a los miembros de la comunidad sobre servicios críticos, permitir la presentación de documentos, procesar pagos y facilitar la comunicación con los representantes del gobierno. ¿Cuál es el problema? Estos sitios web pueden ser vulnerables a la interferencia de agentes malintencionados, que aprovechan las vulnerabilidades de seguridad para acceder a datos confidenciales o incluso interrumpir los servicios gubernamentales.
Los certificados digitales pueden aliviar estos temores al permitir la autenticación basada en certificados para el creciente número de identidades humanas y de máquinas, al tiempo que protegen las comunicaciones sensibles. Sin embargo, el creciente volumen de certificados y la reducción de su vida útil han hecho que la gestión manual del ciclo de vida de los certificados (CLM) sea insostenible, especialmente ante el aumento de las ciberamenazas y la evolución de los requisitos normativos. Las organizaciones del sector público se ven ahora sometidas a una mayor presión para gestionar los certificados de forma eficiente con el fin de mantener una seguridad y una conformidad sólidas.
Se espera que el volumen de certificados digitales aumente, pero los organismos no deben temer un juego interminable de ponerse al día; la gestión eficaz de certificados puede proporcionar cifrado y autenticación sin complicaciones, al tiempo que ayuda a los organismos a centrarse en su misión principal: servir al público.
Retos en la gestión de certificados para organizaciones del sector público
Las organizaciones de los sectores público y privado comparten retos similares en la gestión de certificados: una infraestructura digital en rápida expansión y cada vez más vulnerable que puede resultar difícil de comprender y gestionar, especialmente en medio de las nuevas amenazas a la seguridad (incluida la inminente era de la computación cuántica) y la evolución de las expectativas de cumplimiento. Estos retos se ven agravados por el próximo requisito de renovación de certificados SSL de 47 días, que aumentará significativamente la presión operativa, y por la caducidad de los certificados de autenticación de clientes de las CA públicas a mediados de 2026.
En el sector público, sin embargo, estas dificultades se ven exacerbadas por algunos retos fundamentales: las limitaciones presupuestarias y la complejidad de los organismos, por nombrar algunos. Entre las preocupaciones más destacadas se incluyen:
Proteger las infraestructuras críticas de las ciberamenazas modernas
Las infraestructuras del sector público, desde los sistemas de control del tráfico y las redes de servicios públicos hasta los registros sanitarios y las redes de las fuerzas de seguridad, son un objetivo cada vez más atractivo para los ciberdelincuentes sofisticados. Sin una estrategia de CLM sólida, estos sistemas pueden quedar expuestos a una amplia gama de ataques.
Un ataque cada vez más preocupante a medida que se aproxima la computación cuántica es el enfoque "cosechar ahora, descifrar después", en el que los atacantes interceptan y almacenan datos cifrados hoy con la intención de descifrarlos en el futuro utilizando la computación cuántica u otros avances. Los certificados mal gestionados también abren la puerta a los ataques Man-in-the-Middle (MitM), que permiten a los delincuentes suplantar sistemas o interceptar comunicaciones confidenciales sin ser detectados.
Gestión de una infraestructura de certificados diversa y en expansión
El sector público comanda un ecosistema digital en rápida expansión que incluye una vertiginosa variedad de activos y entornos. Esto va más allá de los sitios Web orientados al ciudadano que tan diligentemente sirven al público, para incluir también complejas redes internas que soportan una coordinación sin fisuras entre diversos equipos y profesionales del sector público. Estos activos pueden estar dispersos en entornos locales, híbridos y en la nube, cada uno de los cuales presenta su propio conjunto de consideraciones. Los organismos también pueden depender de varias autoridades de certificación (CA) para gestionar certificados en diferentes sistemas y equipos, lo que complica aún más la supervisión y el control.
Por ejemplo, una sola agencia gubernamental puede operar múltiples portales en línea para registros públicos, pago de impuestos y servicios de licencias, cada uno de los cuales requiere certificados digitales actualizados para mantener la confianza y evitar interrupciones del servicio. Garantizar que todos los certificados sigan siendo válidos, coherentes y estén correctamente configurados es un reto logístico, especialmente cuando los sistemas abarcan tanto infraestructuras heredadas como modernas plataformas basadas en la nube.
Riesgos asociados a la caducidad de los certificados y las interrupciones del servicio
Es comprensible que diversas organizaciones de los sectores público y privado estén ansiosas por evitar cortes e interrupciones, que perjudican a los usuarios y pueden causar graves daños a su reputación. Podría decirse, sin embargo, que lo que está en juego es aún mayor cuando se trata del sector público: los sitios web o aplicaciones disfuncionales podrían tener consecuencias devastadoras, llegando incluso a poner en peligro la seguridad pública. En última instancia, esto podría desencadenar importantes pérdidas de confianza de los ciudadanos, lo que podría tener efectos dominó difíciles de predecir.
Por desgracia, la caducidad de los certificados es una posibilidad clara, ya que muchas organizaciones del sector público siguen dependiendo de métodos manuales para renovarlos. A menudo faltos de personal y sobrecargados, estos organismos luchan por mantenerse al día con la afluencia de certificados y, como resultado, son más propensos que nunca a errores de configuración y caducidades. Este reto no hará sino intensificarse a medida que se acorten los ciclos de vida de los certificados digitales, lo que dará lugar a múltiples renovaciones al año:
- 15 de marzo de 2026: vida útil reducida a 200 días
- 15 de marzo de 2027: vida útil reducida a 100 días
- 15 de marzo de 2029: la vida útil se reduce a 47 días.
Con estos plazos, las organizaciones se enfrentarán a un número de renovaciones por certificado dos veces mayor, cuatro veces mayor y, finalmente, doce veces mayor.
Cumplimiento estricto y exigencias normativas
Los certificados digitales desempeñan un papel clave en el cumplimiento de estrictos requisitos normativos, especialmente en lo que se refiere a la protección de datos y la ciberseguridad. Estos requisitos son relevantes en muchos campos, pero son especialmente importantes en el sector público, ya que proporcionan la tan necesaria responsabilidad y transparencia.
¿Especialmente relevante? La Ley Federal de Modernización de la Seguridad de la Información (FISMA), cuyo objetivo es mantener la estricta confidencialidad, integridad y disponibilidad de los sistemas de información federales. Dependiendo de la agencia y del alcance de sus servicios, también podrían entrar en juego muchas otras cuestiones de cumplimiento, incluidas complicaciones relacionadas con la HIPAA o incluso el GDPR. Incumplir estos requisitos puede acarrear graves consecuencias, como sanciones legales, daños a la reputación y la exposición de los datos de los ciudadanos.
El Marco de Ciberseguridad (CSF) 2.0 del NIST introduce la función "Gobernar", detallando la importancia de establecer y supervisar las estrategias, expectativas y políticas de gestión de riesgos de ciberseguridad. Esta función proporciona resultados para informar y priorizar las otras cinco funciones: Identificar, Proteger, Detectar, Responder y Recuperar.
A esta presión se suman los recientes cambios en el sector, como el anuncio de Google Chrome de que dejará de utilizar la autenticación de cliente en los certificados públicos a mediados de 2026. Este cambio subraya que el cumplimiento no sólo consiste en satisfacer los mandatos actuales, sino también en adaptarse a la evolución de las normas que afectan directamente a la forma en que se emiten y utilizan los certificados.
La implantación de soluciones CLM eficaces apoya esta función de "gobierno" asegurándose de que los certificados digitales se gestionan adecuadamente a lo largo de su ciclo de vida, desde la emisión hasta la renovación y revocación. Esta gestión ayuda a mantener la integridad de la autenticación y a alinearse con las mejores prácticas del sector.
Visibilidad limitada y control centralizado de los certificados
Dada la naturaleza de gran alcance de la infraestructura digital relacionada con el gobierno, es fácil ver cómo la visibilidad de los certificados puede parecer limitada. La visibilidad parcial es una preocupación común, que refleja un enfoque de "divide y vencerás" que dificulta el intercambio de información o el seguimiento de unas necesidades de gestión de certificados que cambian rápidamente. Con estas estrategias aisladas, los certificados falsos, que son certificados digitales no autorizados o no gestionados creados a menudo por equipos de TI que utilizan herramientas o servicios no autorizados, tienen más probabilidades de pasar desapercibidos y, en el peor de los casos, podrían convertirse en puntos de entrada viables para los actores de amenazas.
Ineficacia operativa debida a la gestión manual de certificados
La emisión, despliegue, revocación y renovación manual de certificados requiere mucho tiempo y es propensa a errores. Los profesionales de TI encargados de gestionar estos procesos pueden tener dificultades para seguir el ritmo y, lo que es peor, pueden sacrificar otras prioridades de TI en favor de responsabilidades centradas en los certificados que podrían automatizarse fácilmente. Estos profesionales, por lo demás fiables, pueden ser propensos a cometer errores que acaben provocando caducidades e interrupciones del servicio.
Un esclarecedor estudio de caso revela los perjuicios causados por la continua dependencia de la gestión manual de certificados, junto con las grandes posibilidades que surgen cuando se aplica un enfoque automatizado. En los Países Bajos, la agencia de obras públicas y gestión del agua Rijkswaterstaat luchaba anteriormente por mantenerse al día con las demandas del público debido a un sistema anticuado que incluía simples hojas de cálculo y una miríada de peticiones al servicio de asistencia.
Mediante la implementación de una solución CLM automatizada a través de Sectigo Certificate Management (SCM), Rijkswaterstaat racionalizó con éxito las operaciones de certificados, automatizando más de 400 certificados y diciendo adiós a las engorrosas prácticas manuales. Los tiempos de ciclo de los nuevos certificados se redujeron drásticamente; antes se tardaba varias semanas en recibir un nuevo certificado tras una solicitud, pero esa diferencia se redujo a sólo dos horas una vez que SCM estuvo en funcionamiento.
Oportunidades para que las organizaciones del sector público mejoren la gestión del ciclo de vida de los certificados
A pesar de los numerosos retos señalados anteriormente, las organizaciones del sector público tienen un camino claro hacia un futuro digital más seguro. Con el enfoque adecuado, pueden prestar con confianza los servicios en los que confían los ciudadanos al tiempo que protegen las comunicaciones internas. Esto comienza con un enfoque estratégico de la gestión del ciclo de vida de los certificados, impulsado por la automatización para simplificar la emisión y garantizar las renovaciones oportunas.
Implantación de soluciones automatizadas de gestión del ciclo de vida de los certificados
La gestión manual de certificados ya no es sostenible en el acelerado panorama digital actual, ya que la reducción de los ciclos de vida de los certificados y el rápido crecimiento de las identidades humanas y automáticas exigen soluciones escalables y automatizadas. En este punto, la automatización no es simplemente una solución útil; es absolutamente imperativa para seguir el ritmo del rápido crecimiento del volumen de certificados digitales.
Una de las principales oportunidades de mejora procede de la automatización de la detección de certificados en todo el conjunto de certificados. Al buscar y catalogar continuamente todos los certificados, las organizaciones obtienen una visibilidad completa de su entorno. Esto reduce el riesgo de que certificados desconocidos o "deshonestos" provoquen interrupciones inesperadas o fallos de conformidad.
El CLM automatizado gestiona todas las fases del ciclo de vida de los certificados, incluido el proceso de descubrimiento. La transición a la auotmación puede ser sorprendentemente sencilla; Sectigo ofrece una guía útil para hacer que el ciclo de vida del certificado sea fluido.
Centralización de la gestión de certificados para una mejor supervisión
Un enfoque centralizado de la gestión de certificados puede proporcionar una supervisión mejorada, limitando la posibilidad de silos de datos o certificados falsos. La unificación de la gestión de certificados garantiza una aplicación coherente de las políticas, a la vez que facilita la identificación y mitigación de riesgos que podrían pasarse por alto al mantener un enfoque más aislado.
Una gestión unificada de los certificados públicos y privados, como la que ofrece SCM, promete una visibilidad total en entornos de certificados amplios y cada vez más complejos. Esto puede ayudar a superar muchos de los retos persistentes de la gestión de certificados, al tiempo que limita los gastos operativos relacionados con los certificados.
Mejora del cumplimiento mediante estrategias proactivas de gestión de certificados
Con la automatización y centralización que aportan una mayor fiabilidad a la gestión de certificados, las agencias pueden mejorar drásticamente el cumplimiento de FISMA, HIPAA y muchos otros marcos de cumplimiento. El cumplimiento depende en gran medida de una cobertura coherente y una aplicación estandarizada de las políticas de cifrado, cualidades que puede promover el CLM adecuado.
Los informes y la documentación automatizados no sólo simplifican los procesos de auditoría, sino que también mejoran la preparación para las auditorías y refuerzan el cumplimiento de las normativas en constante evolución. Las soluciones automatizadas de CLM, como SCM, pueden generar informes completos y de fácil acceso que mantienen informados a los responsables de TI y a la dirección sobre los procesos de certificación críticos, a la vez que proporcionan una visión temprana de los problemas emergentes.
Simplifique la gestión de certificados en el sector público con Sectigo
Vea cómo la gestión automatizada de certificados permite a las organizaciones del sector público ofrecer servicios digitales seguros y fiables. Ofreciendo una plataforma CLM completa y automatizada, Sectigo Certificate Manager aporta tanto eficiencia como seguridad mejoradas a las agencias del sector público.
Con una supervisión centralizada y visibilidad en tiempo real, SCM permite a las agencias gestionar certificados con confianza, a la vez que da soporte a servicios gubernamentales críticos. Como autoridad de certificación de gran confianza con un sólido historial que incluye representación en el CA/Browser Forum y más de mil millones de certificados emitidos, Sectigo es un socio ideal para aportar integridad al CLM del sector público. Reserve una demostración para ver SCM en acción.